Anoche volvió a visitarme la audacia de tus
equilibristas mentiras
las que me rompían los huesos
y aquella brisa demoledora de tu cinismo
la que atravesaba mis cabellos hasta quebrarlos
En esta ingrata mañana
tumbada en la cama
quiero evitar
hasta que no aguante más
levantarme y acercarme a la cocina
Tu silla vacía solo consigue llenar de
espinas el desayuno
Ojalá hubiera sido tan fácil como tragarme el orgullo
pero ese no era el asunto
La cuestión era la vida y las muertes
las muertes cotidianas
La muerte de las noches gélidas de Agosto
La de las ausencias inoportunas hábilmente argumentadas
Más tarde y sin previa declaración de guerra
el desembarco de la artillería pesada
en forma de asesinas silenciosas
y no me refiero a las arterias y el colesterol
Las sicarias eran las desidias esporádicas y
sutilmente planificadas
como pequeños infiernos escondidos
preparados para estallar al pisar
Las minas con las que tropezaba en el trabajo
cuando decías que me recogerías y no aparecías
En casa no ayudando cuando debías o
acostándote en nuestra cama con mi mejor amiga
Esas muertes me estaban quitando la vida
Así como reconozco que sin ti la vida
no me importa
no vale nada
He de decirte también
que tras tu muerte
han desaparecido las muertes cotidianas
AUTORA: Cris SS.
Muerto el perro se acabó la rabia, pero el ama rabia que te rabia.
ResponderEliminarUn poema muy bien trenzado, muy bien expresada la situación interior de la protagonista.
Felicidades
Felicidades Cris. Un elegante poema.
ResponderEliminarBufff intenso y demoledor.
ResponderEliminarQuitarse lastres de encima, dan vida al corazón .
Felicidades.
Besos.
Bufff intenso y demoledor.
ResponderEliminarQuitarse lastres de encima, dan vida al corazón .
Felicidades.
Besos.
Muchas gracias a todos por vuestros amables comentarios. A ver si encuentro algún día una rosa sin espinas.
ResponderEliminarQué bueno por usted. :)
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