viernes, 16 de enero de 2015

Una canción


“¡El disco!¿Dónde carajos está? Tiene que estar por ahí”. Recordaba que lo guardó en esa caja, pero no, ahí no estaba. Fue hasta el librero y hurgó donde ponía todos los discos, esos que casi no escuchaba y que formaban parte de su colección, tampoco lo encontró ahí. Sus manos sudorosas, buscaban sin parar toda superficie, cajas, muebles, gavetas. Tenía solo veinte minutos para encontrarlo. “Veinte minutos –miró el reloj de pared en forma de guitarra eléctrica- no, en realidad ya eran quince”. Empezó a correr sudor por su frente, las manos ahora estaban heladas. “Lo vi, estoy seguro que lo vi, ¿pero dónde?” No recordaba nada, sólo la imagen del disco. Y la canción resonando en su mente is this love, is this love, is this love. “Tal vez otra versión podría quedar, ¡no, ya no había otra versión! Se perdieron junto con el disco duro portátil”. Sintió un hueco en el estómago, 10 minutos más y sería demasiado tarde. Se detuvo abruptamente al pie de la cama y respiró profundo. Al mirar alrededor vio que ya la habitación estaba en completo desorden. Aún tenía las manos frías y seguía sin recordar nada. La canción sonando como una repetición constante y fastidiosa is this love, is this love, is this love.

De pronto, una luz, una imagen; la cama, aquella noche con Rosalba antes y después y otra vez antes - sonrió -. ”Debió quedarse entre las sabanas o debajo de la cama…si, ahí”. Se tiró al suelo y empezó a hurgar entre todo lo que había debajo, una calceta, un estuche, algo parecido. “¡Ahí estaba!” Escondido entre un tenis rojo y una playera de Pink Floyd. El estuche empolvado con el logo del grupo, “¡eso era! El tiempo preciso y”…Sus manos presurosas abrieron el estuche, al mismo tiempo sus ojos pasaron de una expresión de dicha a otra de angustia. “¡Lo que faltaba!”, de nuevo la búsqueda frenética, el tiempo que ya había superado su límite. “¿Dónde? ¿dónde?” De pronto otro flash, la imagen de Rosalba otra vez, pero ahora moviendo suavemente las caderas, mientras tarareaba is this love, is this love, is this love y observaba los discos del librero. ”¡el minicomponente de la sala!¿Cómo no se me ocurrió?” Corrió hacia él, presionó el botón de open y ahí estaba. Tomó el disco, el tiempo ya no estaba a su favor, salió de su departamento casi corriendo, en la calle tropezaba con gente por todos lados. Trotó las tres cuadras de su casa a la oficina, mientras se reprochaba lo sucedido. Una calentura, los labios de Rosalba seduciéndolo y convenciéndolo para que llevara ese disco a su depa. La copia que nunca sacó, el disco en el minicomponente, Rosalba bailando –suspiró- “¡ahh! Rosalba bailando”. Llegó a la oficina con 30 minutos de retraso, todos los miraron con cara de espanto cuando entró a la sala, era demasiado tarde. Ante su ausencia decidieron que usarían la canción de Alex, la editora auxiliar, en el promocional. “Esa estúpida tonadita ya me trae mareado, después de dos semanas de escucharla, casi todos los días”. La semana anterior, mientras Alex se pintaba las uñas, le dijo que propondría esa canción para el promocional “¡Aagh!”. Hasta ese momento se dio cuenta de todo. No le quedó más remedio que acatar la decisión y adaptar el diseño. Todos siguieron hablando de los detalles de la grabación, su aportación se fue a la basura. Al finalizar la junta evitó a todo el mundo y se fue directo al baño, un poco porque la prisa lo llevó a ignorar ese llamado natural que para entonces estaba a punto de reventarle la vejiga y otro porque no tenía ganas de verle la cara a nadie. Cuando regresó a su cubo, todavía lamentándose de lo sucedido, se encontró con la mirada divertida de Alex, junto a ella estaba Rosalba, de espaldas, meneaba otra vez las caderas y cantaba suavemente: I wanna love you and treat you right…


AUTORA: karol A.

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