Por mi nariz, la selva, mi hogar…, por
mi espalda, el extraño guerrero…, en mi mano, un arco, una lanza astillada y
unas cuantas flechas…., y en mi pecho, un hilo de sangre roja, que me anuncia
que los dioses pronto me darán la bienvenida a Xibalbá. Aún sigo aturdido por
el combate. ¡No lo entiendo! ¿Cómo? ¿Yo, un Dzul-Baalam (Caballero Jaguar), tan
fuerte como el jabín, ágil como la liebre, sigiloso, fiero y veloz como el Kin-Baalam (Dios
Jaguar)..., no pude contra ese guerrero de traje de guerra tan extraño?
¿Cómo…?
¡Viento del norte! ¡Sudor extraño y
feo! ¡La selva está siendo herida por un arma extraña, que la rompe como si
estuviera hecha de aire! ¡Se acerca, cada vez más…! Los loros y las chachalacas
vuelan espantadas…, me avisan que el peligro se acerca.
¡¡Acomodaré mi nariguera y mis
brazaletes de jade, de mis tobilleras de conchas, solo me queda una; las plumas
de quetzal y de faisán, que simbolizan mi honor de Alto Guerrero, cuelgan
destrozadas por mi cuello, pero mi orgullo y mi amor por mi familia, mis
hermanos y mi pueblo… sigue intacto!!
Lo llevaré hasta la entrada de los dominios del Señor del Xibalbá. Él me ayudará a vencer al extraño guerrero con tocado de piedra brillante como blanca luna de la noche, indumentaria
extraña.
¿Por qué su coraza de piedra
resplandeciente, más dura que el caparazón de aak (tortuga) o de concha weech (armadillo), no sucumbió ante mi lanza de
punta de obsidiana? ¡La más dura de este mundo!
¿Por qué sus palos lanzan fuego y
muerte al mismo tiempo desde adentro de su corazón? ¿Habrán atrapado dentro de
ellas al Señor Kauil (Dios del Fuego) y al Señor Ah-Puch (Dios
de la Muerte)?
Me siento mareado, un poco
desfallecido, débil…, debo seguir selva
adentro. ¡Ha de alcanzarme pronto! ¡Hunab-Kú (Dios Absoluto) mi Señor,
dame las fuerzas que necesito para llegar a mi destino! ¡Mándale una poderosa
oxcan (venenosa serpiente) para retrasar su llegada! Estórbale con las
enredaderas, tapa su camino con tu manto de selva sagrada. ¡Ayúdame! ¡Te lo
suplico! Mis heridas me duelen tanto, me fallan las fuerzas, mis ojos se
nublan…, me siento desfallecer…
He llegado a la entrada del Xibalbá! Debo
descansar, al pie de La Sagrada Ceiba hallaré consuelo y fortaleza.
¡Oigo su lengua extraña! ¡Lo veo! ¡Sé
que debo pelear con él una vez más! ¡No sé si lo podré vencer! ¡No sé qué va a suceder con mi
familia, ya no podré ver a mi hijo crecer y cazar en esta misma selva, la de mis padres, mis abuelos…, mis
ancestros!
¿Qué será de mi pueblo Ah-Kin-Pech (Lugar
del Dios Sol Garrapata)? ¿Qué será de mi raza? ¿Mis cultivos y tierras?
Mis dioses han de tomar venganza por la sangre derramada por mi pueblo.
¿Por qué vino? ¿Que anda buscando? ¿Por
qué parece odiarnos? ¿Qué mal le hemos hecho?
¡He tomado una decisión… volveré sobre
mis pisadas y lo enfrentaré! ¿Qué puedo perder?
¡Los Señores del Xibalbá están
conmigo!
¡Aquí estás extraño guerrero! ¡Yo,
Ek-Baalam (Estrella Jaguar) te
enfrento sin temor a la muerte! Dime! Qué quieres en estas tierras que no son
las tuyas! El corazón has de arrancarme para que me las puedas quitar!
¡Ese ruido…, parece un trueno, la
mismísima voz del Señor Chaák (Dios de la Lluvia)…
¡Aaaaah! ¡Mi pecho me arde! ¡Mi vista
se nubla…, el hilo de sangre ahora es un torrente! ¡Siento que no puedo
respirar, se me doblan las piernas, ya no me puedo mantener en pie! ¡No puedo
seguir sosteniendo mis armas! ¡Ah-Puch, Señor de la Muerte has venido por
mí!
El extraño guerrero, con su palo de
fuego frente a mis ojos parece satisfecho, sonríe feliz. ¡Ha conquistado mis
tierras, ha arrebatado mi vida!
¡Señor Hunab-kú Todopoderoso, que mi
paso por estas tierras jamás sea olvidado y que la grandeza de mi pueblo se
cuente por todos los baktunes (cuenta del calendario maya) que
vienen y vean mis ojos desde el Xibalbá el resurgir de mi raza!! ¡Qué la
profecía sea cumplida en tu nombre!
¡Aaaaaggh!
Autor: Carlos Arturo Suárez García
Impresionante relato de sufrimiento y desesperación del guerrero derrotado por lo desconocido.
ResponderEliminarMe ha encantado, Felicidades Carlos.
Gracias por compartirlo.
Un enorme abrazo.
Gracias tocayo! Siempre he sentido esa necesidad de ver el sufrimiento desde la perspectiva del que lo padece para poder entenderlo! Un muy fuerte abrazo y gracias por el apoyo para que mi primer relato vea la luz!!
ResponderEliminarA ti, siempre, por permitirme subirlo a este proyecto, que sin vuestros magníficos trabajos no sería posible. Además siendo, tu primero de muchos, estoy seguro.
ResponderEliminarGracias Carlos.
Hola, me encantó tu relato, es como ver con mis propios ojos el ocaso de la cultura maya, una cultura rica y portentosa.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Alejandra, que bueno que te haya gustado, esa era la intención, solo que no sabía sin lo había logrado. Gracias por leerlo!
EliminarHola Carlos.
ResponderEliminarLeí tu cuento.
Es impresionante como plasmas con maestría el sentir del guerrero, su lucha interna, sus miedos y preocupaciones y su visión ante la eminente muerte.
Me ha encantado. Muy bueno.
Un gran abrazo.
Gracias por tu apreciación amiga Lucía, eres muy amable al comentarlo de esa manera, soy un escritor aficionado y tu comentario es un aliciente para mí! Me agrada mucho saber que te gustó! No dejes de visitarnos, eh! Jejeje!! Saludos y un fuerte abrazo Lucia!!
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